lunes, 21 de noviembre de 2016

Origen del SIDA según distintas versiones:

Teoría de Duesberg

Desde 1987, Peter Duesberg, PhD, ha defendido una quijotesca teoría alternativa sobre la patogénesis del SIDA. Si él está en lo cierto, el virus VIH es el distractor del siglo:
"Después de estudiar la hipótesis VIH/SIDA por 8 años y a los retrovirus por 28 años aquí, en la Universidad de Berkeley, he llegado a la conclusión de que el VIH no es la causa del SIDA y que el SIDA no es una enfermedad infecciosa", escribió. Cronológicamente, la epidemia del SIDA en los años 80 siguió al masivo escalamiento del consumo de drogas recreacionales, que empezó en los años 60 y 70. La inmunodeficiencia, sostiene el Doctor Duesberg, no es causada por un virus que mata billones de células T, como sostiene la teoría convencional. Más bien, la inmunosupresión es causada por el abuso de sustancias y por la prescripción de la droga AZT, anti VIH, que mata "las células altamente proliferativas de la médula ósea".
El SIDA africano, en contraste, es culpa de la malnutrición proteica, las pobres condiciones higiénicas y las infecciones parasitarias. En el número de febrero de 1991 de Medical Sciences, una de las revistas periódicas que publicó sus teorías, el Doctor Duesberg escribió: "Desde 1987 he cuestionado la hipótesis del VIH/SIDA porque el VIH está latente y presente en sólo una de cada 500 células T en el SIDA, porque no es conducta típica de los retrovirus matar células y porque el SIDA se manifiesta en promedio unos 10 años después de que el virus ha sido neutralizado por anticuerpos.
Su hipótesis Drogas-SIDA explica lo siguiente:
El SIDA en América y Europa se da más que todo en los hombres, porque son ellos los que más drogas consumen. Cerca del 80% de los que se inyectan son hombres y los homosexuales son los únicos que utilizan drogas como afrodisíacos. A pesar de la alarma pública, el SIDA no es una enfermedad sexualmente transmisible, sino un síndrome de enfermedades relacionadas con el consumo de drogas. Varios estudios demuestran que los drogadictos con y sin VIH tienen las mismas enfermedades. Aunque no existe la vacuna ni drogas anti VIH, ningún doctor ha contraído SIDA contagiado por los 250 mil pacientes americanos, porque las enfermedades causadas por drogas no son contagiosas. Así como se demora entre 10 y 20 años de fumar y consumir licor para desarrollar un cáncer de pulmón o una cirrosis hepática, el SIDA se demora 10 años después que el VIH ha sido neutralizado por anticuerpos (Test positivo para SIDA), porque 10 años de consumo de drogas causa SIDA. La mayoría (80%) de los bebés americanos con SIDA han nacido de madres que se han inyectado drogas durante el embarazo porque el consumo maternal, no el VIH materno, causan SIDA. Aunque el 75% (15.000) de los americanos hemofílicos han sido infectados con VIH a través de transfusiones sanguíneas desde 1984, su expectativa de vida se ha doblado durante los últimos 10 ó 15 años, porque el tratamiento con Factor VIII de coagulación ha prolongado sus vidas. Estudios controlados acerca de la incidencia de las enfermedades que definen el SIDA en los hemofílicos con VIH positivo, es la misma que en los hemofílicos con VIH negativo. Sin embargo, las enfermedades de los hemofílicos VIH positivo son llamadas SIDA.
Teoría de Segal

El profesor Jacob Segal, antiguo director del Instituto Biológico de Berlín, descubrió la increíble semejanza entre el VIH -virus causante de la enfermedad- y otras dos especies víricas: el visna, una patología cerebral del ganado ovino que no se contagia al ser humano, y el HTLV-I, una forma de leucemia que ataca a las células T y raramente resulta fatal. El genoma del VIH es idéntico al del visna, mucho más parecido a éste que a cualquier otro retrovirus conocido, y el tres por ciento diferente corresponde con total exactitud a un fragmento del código genético del HTLV-I.

Las implicaciones de este descubrimiento comenzaron a espantar al profesor Segal. Tal grado de semejanza resultaba imposible como fruto de un proceso natural de evolución y mutación. La única explicación posible a este fenómeno es que alguien hubiera producido un híbrido de estos dos virus mediante ingeniería genética. El potencial destructivo del VIH podría haber sido incluso previsto por sus hipotéticos creadores, ya que su patología combina los efectos complementarios de ambas enfermedades. Los pacientes que no fallecen a causa de la deficiencia inmunológica provocada por el virus terminan presentando el mismo tipo de deterioro orgánico que las ovejas infectadas por el visna.

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