lunes, 21 de noviembre de 2016

Causas, diagnósticos, tratamientos y prevención.

Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida.
v  Síndrome: Conjunto de manifestaciones (síntomas) que caracterizan a una enfermedad.
v  Inmunodeficiencia: Indica que el sistema de defensas no funciona o funciona incorrectamente.
v  Adquirida: Que no es congénita ni hereditaria.
El SIDA es una enfermedad infecciosa causada por un virus denominado Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH o HIV) o virus del SIDA. Una enfermedad infecciosa es aquella que es causada por un germen y que puede transmitirse de una persona a otra. Un virus es una pequeña partícula infecciosa que sólo puede vivir como parásito de las células del organismo, donde se multiplica. Fuera de las células sobrevive con dificultad y durante poco tiempo.
La sigla SIDA, síndrome de inmunodeficiencia adquirida, hace referencia al conjunto de enfermedades que pueden llegar a afectar a una persona con CD4 (células del sistema inmunológico) bajos. Se considera que la infección llega a la etapa llamada sida cuando las defensas están tan debilitadas que no pueden  cumplir su función correctamente, aparecen entonces las enfermedades oportunistas. Cuando estas enfermedades se presentan, el sistema de defensas del cuerpo humano está muy dañado, por lo que habitualmente el estado general de la persona se deteriora. Los CD4 son receptores celulares que se encuentran, sobre todo, en los linfocitos T o células luchadoras del sistema inmunológico (de las defensas). En general se utilizan indistintamente las expresiones linfocitos, linfocitos T o CD4 para referirse a las células del sistema inmunológico que son el blanco preferido del VIH.
Los retrovirus, como lo es el VIH, son organismos cuyo material genético está formado por ácido ribonucleico (ARN). El ARN, por sí solo, no es capaz de reproducirse, para eso necesita del material genético de las células a las que infecta. Este material genético, propio de células más complejas, es el ácido desoxirribonucleico (ADN). Cuando el virus entra en los CD4, su ARN se convierte en ADN viral gracias a una sustancia llamada transcriptasa reversa, presente en los linfocitos. Este ADN viral se junta con el ADN del CD4, de manera que cuando el CD4 comience a reproducirse, reproducirá también el ADN del virus unido a él, que se codificará de nuevo en ARN. Estos fragmentos de ARN viral formarán nuevos virus gracias a otra sustancia llamada proteasa. Los nuevos virus saldrán de la célula y acabarán por destruirla. Esto significa que las células, al morir, liberan copias del virus.
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) infecta las células del sistema inmunitario y las destruye o trastorna su funcionamiento, lo que acarrea el deterioro progresivo de dicho sistema y acaba produciendo una deficiencia inmunitaria. Se habla de inmunodeficiencia cuando el sistema inmunitario ya no puede cumplir su función de combatir las infecciones y otras enfermedades. Las infecciones que acompañan a la inmunodeficiencia grave se denominan «oportunistas» porque los agentes patógenos causantes aprovechan la debilidad del sistema inmunitario. Estas infecciones son infrecuentes en personas con un sistema inmunitario saludable y pueden ser causadas por bacterias, virus, hongos o protozoos y pueden afectar cualquier parte del cuerpo. En muchos casos los microorganismos responsables están presentes desde antes, pero desarrollan una enfermedad sólo cuando dejan de ser contenidos por los mecanismos de inmunidad celular que el VIH destruye. Ninguna de estas enfermedades agrede sólo a los VIH positivos, pero algunas eran casi desconocidas antes de la epidemia de VIH y en muchos casos las variantes que acompañan o definen al sida son diferentes por su desarrollo o su epidemiología. Las personas con SIDA también tienen un riesgo más alto de padecer ciertos tipos de cáncer, especialmente linfomas y un tipo de cáncer de piel llamado sarcoma de Kaposi. 
Una vez que una persona tiene el virus, este permanece dentro del cuerpo de por vida.
Inicialmente el HIV permanece en estado latente, es decir, "dormido" dentro de los linfocitos. En algunos casos, al cabo de un tiempo, a menudo años y por causas aún no bien determinadas, el virus se activa, es decir, se "despierta" y comienza a destruir los linfocitos. De esta forma, el HIV debilita progresivamente el sistema inmune, logrando que nuestro organismo no pueda luchar adecuadamente contra diversos gérmenes.
Según cálculos de la OMS y el ONUSIDA, a finales de 2014 había en el mundo unos 36,9 millones de personas infectadas por el VIH. Ese mismo año, contrajeron la infección unos 2 millones de personas, y unos 1,2 millones murieron por causas relacionadas con el VIH.
Investigaciones recientes confirmaron que de hecho existen personas más inmunes al Virus, debido a una mutación en el genoma llamada "CCR5-delta 32". Según se cree, habría aparecido hace 700 años, cuando la peste bubónica diezmó a Europa. La teoría dice que los organismos con ese gen impiden que el virus ingrese en el glóbulo blanco. Este mecanismo es análogo al de la peste negra. El VIH se desarrolla en estas personas de manera más lenta, y han sido bautizados como "no progresores a largo plazo".
Contagio
Hay riesgo:
v  De la madre al hijo: una mujer embarazada puede transmitirle el virus a su feto a través de la circulación sanguínea compartida, o una madre lactante puede pasárselo a su bebé por medio de la leche materna.
v  Recibir transfusiones de sangre o sus derivados que no estén controlados.        
v  Intercambiarse el cepillo de dientes.
v  Tatuajes con agujas sin esterilizar.   
v  Intercambiarse la máquina de afeitar.
v  Tener relaciones homo o heterosexuales sin usar preservativo.
v  Compartir jeringas y/o agujas.         
No hay riesgo:
v  Intercambiarse la ropa, un apretón de manos.
v  Estudiar, trabajar o jugar con infectados.
v  Participación en deportes.
v  Tocar cosas que hayan sido tocadas con anterioridad por una persona infectada con el virus.
v  Darse la mano, besarse o abrazarse con un infectado.
v  Tener relaciones sexuales utilizando preservativo.
v  Beber del mismo vaso o botella.
v  Bañarse con infectados (duchas, piscinas).
v  Por picaduras de insectos.
Las personas con mayor riesgo de contraer el VIH incluyen:
v  Drogadictos que se inyectan drogas y luego comparten agujas.
v  Bebés nacidos de madres con VIH que no recibieron tratamiento contra el virus durante el embarazo.
v  Personas involucradas en relaciones sexuales sin protección, especialmente con individuos que tengan otros comportamientos de alto riesgo, que sean VIH positivos o que tengan SIDA.
v  Personas que recibieron transfusiones de sangre o hemoderivados entre 1977 y 1985, antes de que las pruebas de detección para el virus se volvieran una práctica habitual.
v  Los compañeros sexuales de personas que participan en actividades de alto riesgo (como el uso de drogas inyectables o el sexo anal).
v  Después de que el VIH infecta el organismo, el virus se puede encontrar en muchos fluidos y tejidos diferentes en el cuerpo.
v  Únicamente se ha demostrado que el semen, la sangre, el flujo vaginal y la leche materna le transmiten la infección a otros.
v  El virus también se puede encontrar en la saliva, las lágrimas y el líquido cefalorraquídeo.

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