Realizamos al Dr. en historia Pablo Sebastián
Iramain una entrevista, sobre sus conocimientos acerca del Virus VIH y
enfermedad de SIDA. En la cual Hay 3 preguntas que nos parece importante
destacar:
●
¿Qué
consecuencias a nivel social, cultural y político trajeron los primeros casos
confirmados de SIDA?
Creo que lo primero que deberíamos recordar es que el SIDA fue uno de
los primeros tópicos masificados en materia de salud de nuestra era
globalizada. En poco tiempo el SIDA ocupó espacios en la prensa escrita, en la
televisión, en los ámbitos de salud y prevención. El SIDA fue un fenómeno
comunicacional antes que nada, porque ocupó la centralidad en la “agenda
pública” por mucho tiempo. Y quizás por eso generó tantas situaciones diversas.
Pánico en una población mundial que, a la vez, entraba a la cultura de lo
instantáneo, hasta los encuentros sexuales esporádicos. Y como todo fenómeno
comunicacional, más que generar prevención o conocimiento, los medios de
comunicación se ocuparon en mantener el rating tratando el tema desde cualquier
arista, desde la más moralista a la más morbosa. También reavivó un sentido
excéntrico y etnocentrista en la población al reducir la epidemia a lugares
empobrecidos y de población no blanca, como África o América Latina, hasta que en algunas ocasiones la “ayuda
humanitaria” a esos países ocultaba la ocupación norteamericana en tierras
extranjeras. A eso también se le sumó la interpretación moralista al quedar
reducido el universo de infectados, una vez llegado el virus a las poblaciones
blancas, a la población homosexual, puesto que el SIDA fue presentado como un
castigo divino ante el pecado antinatural, o de la promiscuidad. Creo que
cuando la investigación científica y la re significación de la sociedad de
consumo sobre los riesgos de una vida al límite y plagada de excesos permitió
que el SIDA, pero también otras enfermedades, permitieran construir una agenda
de temas a tener en cuenta por los estados para la preservación de la
integridad de la población. Eso se visibilizó en campañas de prevención de
enfermedades de transmisión sexual, debates sobre políticas en distintos grupos
etarios sobre la situación de la mujer y la salud, etc.
·
A lo
largo de los años, ¿Cómo fue evolucionando el concepto que tenía la sociedad sobre
los infectados?
Es posible afirmar que hay dos grandes etapas en el trato que la
sociedad le dio a los infectados, y que responde a la clásica postura de la
población a otro tipo de epidemia. En un primer momento la reacción social fue
negativa, puesto que primaba más (por el desconocimiento) el aislamiento y
denotación que sufría un portador del virus. Además, me gustaría acotar que el
enfermo representaba algo que nadie quería asumir, la mentira de un progreso
ilimitado basado en el avance científico y médico, propio de los años ochenta y
noventa, por lo que desde los imaginarios colectivos los portadores eran los
nuevos leprosos de la contemporaneidad. Quizás cuando la ciencia pudo, aunque
no curar, mantener la calidad de vida de los portadores y garantizar una vida
“plena” la sociedad descomprimió la carga negativa sobre las personas afectadas
por la enfermedad.
●
Según
su opinión, la intención de exterminar a determinados grupos sociales, ¿puede
haber sido un factor para una posible manipulación del virus y su próxima
utilización como arma biológica?
Creo que tampoco tiene mucho sentido preguntarse en esa dirección
sobre el origen del virus, porque no modifica en nada lo que sabíamos sobre la
connivencia de laboratorios y la estructura económico militar de los grandes
estados occidentales en tiempos de la Guerra Fría. Que los laboratorios
manipulaban virus, sí, es vox populis. Que el SIDA fue uno de ellos es
conocidísimo, como así también lo es la larga lista de manipulaciones que con
posterioridad se siguieron llevando a cabo.
Muchas personas no saben que los medicamentos de hoy permiten a las
personas con VIH vivir una vida normal.
Las personas con VIH a menudo se ven saludables, sin embargo, muchas personas
todavía creen que el VIH es una sentencia de muerte.
Gracias a esta entrevista
que nos brindó el especialista, podemos hacer hincapié en nuestra hipótesis una
vez más. Donde en una de las preguntas, señala que la manipulación del virus
VIH en laboratorio (vox populis), es conocidísimo. Y que tanto en el momento de
la aparición del virus como después, generó grandes cambios sociales,
políticos, étnicos, entre otros. Cabe destacar, que actualmente gracias al
avance de investigaciones en laboratorios, así como la gran difusión en los
medios de comunicación, todos estos problemas que trajo la aparición del virus,
disminuyeron notablemente.
El estigma hace que los
gobiernos puedan ser menos propensos a tomar acción debido a las creencias
prejuiciosas, y esas mismas creencias pueden disuadir a las personas de hacerse
la prueba por miedo a la discriminación. En muchas ocasiones, a las personas
infectadas con el VIH se les niega el empleo, la vivienda y los servicios de
atención de la salud.
Causas
del estigma.
SIDA es objeto de estigma
por muchas razones. Aunque hay muchas formas de contagio, se relaciona a dicha
infección con la participación en algún comportamiento poco aceptado o ilegal,
como la prostitución, el consumo de drogas y la conducta homosexual o bisexual.
En el New Directions
(julio de 2010) se señala que el presidente Obama delineó una nueva estrategia
para la discriminación por el VIH y el SIDA haciendo hincapié en el aumento del
acceso a la atención médica a las personas infectadas con el VIH.
No hay comentarios:
Publicar un comentario